La comunicación que puede haber entre una hija y su madre es tan fuerte que no hay mejor amistad que la que se puede dar entre ellas, por la comprensión, el amor y el respeto.
El usar maquillaje, tacones, bolsas, lucir hermosas como su mamá es la mayor ilusión de una pequeña. Además hay una enorme necesidad de estar con ella casi todo el tiempo. Esta sesión de fotos muestra cómo la entrendora de yoga, Kasperzac, lleva a su pequeña hija de cuatros años a sus entrenamientos y la hace formar parte de esta actividad física tan relajante y saludable.