Hay sucesos en la naturaleza que parecen demasiado buenos para ser verdad, coincidencias perfectas que ilustran perfectamente la belleza y las maravillas del mundo que nos rodea.
Un episodio de ese tipo sucedió en Costa Brava, al norte de España, cuando una parvada de aves empezó a reunirse en una nube. Este fenómeno es un espectáculo por sí mismo, con miles de aves volando en sincronía. Fue entonces que el fotógrafo Daniel Biber hizo fotos nada comunes.
Las imágenes le valieron un premio internacional de fotografía, porque en su vuelo las aves crearon formas de otros animales, sin que él se diera cuenta en ese momento.
“Cuando vi las fotos más tarde en mi computadora me di cuenta. Vi las formaciones que habían hecho los estorninos”, dijo al diario Daily Mail. “Estaba tan concentrado en tomar las fotos que no tuve tiempo de ver que habían hecho un ave gigante en el cielo”.
Entonces fue al mismo lugar por cuatro días para tomar más fotos. Estas son sus tomas: