Salir de fiesta, viajar a un país desconocido o presenciar un acontecimiento que generará recuerdos inolvidables. Estas son situaciones imperdibles que todos preferimos guardar en fotografías para complementar la historia detrás del momento cuando se lo contemos a nuestros nietos. Sin embargo, no siempre estamos preparados y es común pedirle a alguien que nos haga ese pequeño favor.
¿Se te olvidó la cámara? ¿Se descargó tu celular? ¿Olvidaste el tripié o el famoso selfie stick? No te preocupes, un favor no se le niega a nadie, y seguramente encontrarás a tu alrededor personas dispuestas a tomar la foto por ti y hasta enviarla a tu correo. ¡Incluso puedes pedirle apoyo a tu abuelita! No olvides darle unas cuantas lecciones para que aprenda a maniobrar teléfonos inteligentes si no quieres que la galería de fotos en tu celular sature la memoria con selfies de su arrugada carita. ¿Te ha pasado algo así?