Reconocida por ser la fotógrafa más longeva del mundo, Tsuneko Sasamoto fue pionera en el periodismo gráfico de Japón. ¿Te imaginas la transición tecnológica en cámaras por la que tuvo que atravesar durante casi 80 años?
A pesar de haberse enfrentado a la misogínia de principios del siglo XX, y de haber tenido dificultades al querer desarrollar una carrera en un campo que no había sido explorado aún por el género femenino, Sasamoto se convirtió a los 25 años en la primera fotógrafa de su país. Hoy en día, a sus 104 años, continúa con su fiel cámara al cuello.
La fotoperiodista documentó la pre y posguerra de Japón; la visita de las juventudes Hitlerianas de los años 40; las actividades en una escuela de geishas en los 50; las huelgas mineras de los 60 y comenzó un trabajo personal en el que retrataba a las mujeres del mundo de las eras Meiji y Showa, rompiendo los estéreotipos de comportamiento y poniendo en alto la figura femenina en la cultura mundial.
Hace poco se rompió piernas y su mano izquierda, pero mientras se rehabilita, continúa capturando imágenes de flores para un proyecto que está preparando en el que rinde homenaje a sus amigos que ya fallecieron.