La mejor fotografía es aquella que no requiere Photoshop; son como obras de arte inesperadas, ansiosas por ser capturadas. Y para muestra un botón, las siguientes fotografías no necesitaron enaltecerse con un solo filtro, su majestuosidad no dio cavidad a los retoques fotográficos porque la naturaleza y las situaciones por sí mismas ofrecieron el escenario perfecto para ser inmortalizados.
Quizá te mantengas escéptico, pero nunca subestimes el ojo de un buen fotógrafo y las maravillas que la vida nos da inesperadamente. En esta ocasión, Photoshop se ha quedado a llorar solo en un rincón.