Piensa en la última vez que te tomaste unas vacaciones. ¿Realmente descansaste? Por lo general, cuando tenemos algo de tiempo libre, lo primero que se nos viene a la mente son las múltiples tareas y compromisos que deberemos atender durante las horas que no estaremos esclavizados ante una pesada jornada laboral. ¡Es tan estresante como si continuaras en el trabajo! Dado que son pocos tus ratos libres, te saturas de actividades y te olvidas del principal motivo por el que esperabas con ansias un puente o un periodo vacacional: disfrutar el placer de dormir.
Pocas afirmaciones son tan ciertas como que debes escuchar a tu cuerpo: hambre, frío, sueño, sed, dolor. Automáticamente, es él quien te pide auxilio para que atiendas sus necesidades de bienestar, y en ocasiones lo único que quiere es que te relajes un poco.
¿Cómo saber cuando tu cuerpo te pide una tregua? Para poder diferenciar entre la flojera y una verdadera alerta; te presentamos las 8 señales en las que puede manifestar su petición de descanso.
1. Dolor de cabeza
Cuando los niveles de energía se encuentren bajos, el cuerpo manifiesta sus sensores de alerta a manera de molestias en la cabeza, cuello y ojos. Además todos sabemos que una gran carga laboral implica estrés, el principal factor para desencadenar las terribles e incómodas migrañas.
2. Problemas digestivos
El cansancio mental afecta en mayor parte al sistema digestivo. Durante un largo periodo de ejercicio cerebral, los conductos gástricos se irritan y se obstruyen, sobre todo si pasas gran parte del tiempo en una posición estática frente a escritorio. Tu cuerpo puede estar pidiendo un descanso si sufres de estreñimiento, colitis, agruras y acidez estomacal.
3. Resfriados constantes
Cuando te encuentras estresado, tu ritmo cardíaco se acelera y la presión sanguínea va en aumento. Tal rapidez, merma el óptimo funcionamiento del sistema inmunológico, haciendo que sea mucho más fácil y frecuente pescar uno que otro resfriado.
4. Aumento de peso
El exceso de fatiga también se manifiesta en el aumento de peso o la inconsistencia de su mantenimiento. El estrés exalta a la hormona del cortisol, aumentando la ansiedad y las ganas de comer todo lo que se te ponga enfrente. Además, pasar muchas horas en el trabajo, disminuye tu actividad corporal y hace que conserves los carbohidratos sin gastar energía.
5. Dolor de estómago
Como lo mencionamos, el sistema digestivo es uno de los principales en verse afectado por la ausencia de descanso, pero también hay cólicos y dolores en la zona del estómago que son provocados debido al estrés laboral.
6. Fatiga
Puede ser una señal de que estás desempeñando tu labor de la mejor forma posible, pero la fatiga acarrea consecuencias negativas y muy graves para tu salud. Si terminas rendido después del trabajo, el desempeño en el resto de las labores cotidianas que realizas, no será el mismo.
7. Dolor de pecho
Si sientes punzadas, contracciones y dolores repentinos en esta zona del cuerpo, es mejor que asistas con un cardiólogo para descartar cualquier tipo de problema relacionado con la salud del corazón. Aunque lo más seguro es que todo esté en tu imaginación y solo necesites descansar.
8. Poco apetito sexual
El deseo, es el resultado de la producción cerebral de ciertas sustancias químicas, pero si tú o tu pareja mantiene su mente ocupada casi todo el tiempo en el trabajo, disminuye dicha producción y con ello su apetito sexual.
¿Quieres otro pretexto para tomar un merecido descanso?