Lo que hizo este diseñador gráfico es completamente ajeno y va en contra de nuestra ideología de fomentar el uso de las drogas. Brian Pollet, quien se apoda en redes sociales como Pixel-Pusha, quiso probar sus límites artísticos, por lo que tuvo la ocurrencia explotar hasta el último gramo de un cerebro bajo el influjo de estas drogas.
Durante 20 días, Pollet probó 20 tipos de drogas diferentes, una por día. Este artista de San Francisco justificó su proyecto relacionando la psicodelia que podría llegar a desarrollar a través del arte mientras estuviera bajo los efectos de estas drogas.
“Con este experimento creo que son oportunidades para educar que estén relacionadas con la psicodelia o el arte. Imagina que el pasado, el futuro y el tiempo lineal se han ido, puedes centrarte solamente en tu existencia, en el presente. Puedes centrarte solamente en tu experiencia en el presente. Te ríes de la idea del futuro. Puedo crear arte sin preocuparme de los juicios ajenos, sin sobre analizar el proceso e intuitivamente disfrutar de la obra más honesta”.
Tras haber consumido las drogas ilustró cada una de ellas en su máximo éxtasis, teniendo como base la silueta de su cabeza y cuello, este fue el resultado.