Los niños son como juguetes de pilas: tienen toda la energía y no paran, corren de un lado a otro, saltan y desbaratan todo lo que encuentran, pero repentinamente se les acaba la batería y se quedan dormidos, literalmente, en cualquier sitio, y al mismo tiempo lo hacen en divertidas posiciones que ni siquiera los más avanzados maestros de yoga pueden imitar, como en estos 15 ejemplos.