¿Qué puede hacer un hombre que vive con su esposa y sus tres adorables niñas, además de disfrutar el tiempo en familia? Muchos pensarían que no hay más que volverse loco rodeado de chicas las 24 horas, pero…
John Wilhelm demostró que la convivencia padre-hija puede funcionar a la perfección sin necesidad de salir a jugar futbol, irse de pesca, hacer reparaciones en el auto o ese tipo de cosas que a los varones les encantan; pero tampoco necesitó aprender a peinar, jugar al té o a maquillar muñecas. Lo único que tuvo que hacer para pasar tiempo de calidad con sus niñas fue combinar el amor que siente por ellas con su pasión por la fotografía. Además, ¡es experto en Photoshop! Checa el resultado de sus divertidas tardes de juego. Hacen un equipo fenomenal.