Los excesos, la mala alimentación y otros factores provocan que descuides tu cuerpo. ¿Has oído hablar de la desintoxicación? Seguramente tu cuerpo la pide a gritos y ni te habías dado cuenta.
¿Y qué es exactamente la desintoxicación? Básicamente es la eliminación de toxinas que dañan tu cuerpo. Realizar este proceso de vez en cuando hará que te sientas mejor y con mucha más energía. Además, te ayudará a tener un balance interno óptimo y un correcto funcionamiento en el organismo.
Conoce enseguida las señales que tu cuerpo envía cuando necesita atención urgente. ¡Toma nota!
1. Insomnio
La alta concentración de toxinas te puede impedir dormir. Si te la pasas dando vueltas en la cama y pegar el ojo resulta casi imposible, no lo dudes: tu cuerpo necesita una limpieza interna. Mientras más toxinas se acumulen en el hígado, será mucho más difícil descansar. ¿Cómo limpiar esa parte del cuerpo? Los jugos y ensaladas con brócoli y coliflor serán una excelente opción, así como las infusiones de manzanilla. Ah, y dile adiós a la azúcar.
2. Fatiga o falta de energía
¿A pesar de dormir una buena cantidad de horas te sientes cansado? Esa es otra señal de que tu cuerpo tiene toxinas que necesitan irse. Un error muy común es tratar de calmar esa fatiga con el apoyo de bebidas energéticas y café en abundancia, ¡error! Esas soluciones solo son momentáneas y a largo plazo pueden hacer que te sientas peor.
El principal afectado en este caso es el hígado que puede caer en un bajón de energía. Cuando te despiertes por la mañana y veas que la sensación de cansancio y lentitud se mantiene todo el día, es evidente que una desintoxicación es lo que necesitas. Una limpieza de colon es una excelente opción y esas toxinas se irán por completo.
3. Estreñimiento e indigestión
Otra señal de que tu organismo no está funcionando como debería es el estreñimiento. No ignores las señales que envía tu cuerpo. Si tienes varios días sin poder ir al baño a pesar de consumir buenas dosis de fibra, debes tomar cartas en el asunto. Lo mismo aplica para la indigestión, que es esa pesadez en el abdomen después de consumir alimentos.
Esas molestias son signos de que los deshechos se han acumulado en el colon y en los intestinos. ¿La solución? Abundante agua y verduras cocidas. No suena como la dieta más suculenta, pero notarás cambios rápidos.
4. Mal olor corporal
Si eres entusiasta de la comida chatarra y los productos refinados quizás puedas sentir que tu olor corporal ha cambiado, y no precisamente para bien. Este tipo de “alimentos” afecta la piel, el sistema digestivo y también al corazón. Y no es de extrañarse, su aporte nutricional es nulo.
Para combatir este oloroso problema, debes reducir el consumo de carne roja, optar por alimentos ricos en fibra y darle el sí a verduras de hoja verde. También puedes apoyarte con bebidas como el té de perejil, orégano y cilantro. Y si eso no suena muy tentador, ¿qué te parece una rico jugo? Esta receta es sencilla y muy rica. Solo licua todos los ingredientes con una taza de agua y a disfrutar:
2 manzanas
2 cm de raíz fresca de jengibre
5 hojas de col rizada
1 limón
1 ramita de perejil
Estos alimentos ayudarán a depurar tu cuerpo de las toxinas que provocan que huelas mal.
5. Sobrepeso
¿Notas que no estás en tu peso ideal? Los residuos guardados en tu cuerpo impiden que las propiedades nutritivas de los alimentos sean absorbidas correctamente. Urge que elimines esos deshechos. Una opción muy rica es convertirte en el amigo número uno de las ensaladas, mucho mejor si son de espinacas, zanahoria, alfalfa, quinoa y chía. Si deseas agregar un poco más de sabor, apuesta por los aderezos caseros hechos con aceite de oliva, un poco de sal y pimienta, limón y naranja. ¡Bye, bye, aderezo ranch!
Beber agua también es sumamente importante en este proceso de desintoxicación; puedes agregarle unas gotas de limón y trozos de pepino, y poco a poco las toxinas saldrán de tu cuerpo. Por último, no olvides hacer ejercicio -por lo menos caminar- y no dejarte tentar por la comida chatarra.
6. Problemas de concentración
No, no es normal que todos los días tengas problemas para concentrarte. ¿Has sentido incluso una neblina mental que te impide ejecutar tus tareas correctamente? Tu cerebro ya no sabe de qué manera decirte que necesitas desintoxicarte. De nuevo la culpable es la manera en que alimentas tu cuerpo.
Comer sano tiene gran relación en cómo nos sentimos, así que para volver a tener una concentración óptima debes dejar de consumir harinas refinadas -ajá, esa galleta que te estás comiendo ahora, por ejemplo-. Mejor dale prioridad a los cereales integrales que aportan un aminoácido llamado L-triptófano, que se absorbe en el cerebro y ayuda a la producción de serotonina, la cual promueve la relajación. Mente calmada es igual a personas productivas y atentas.