¿Alguna vez has pensado que podrías ser un gran mesero? Y es que has llegado a notar que cuando tienes invitados en casa siempre te dan las gracias por ser un gran anfitrión, nunca se te olvida nada de lo que te piden e incluso has llegado a imaginarte sirviendo a la gente con gusto en un restaurante, pero jamás lo has aceptado del todo porque lo consideras algo medio retorcido.
Pero créenos, no eres el único… habemos millones en el planeta que alguna vez hemos sentido lo mismo, no eres tan freak, simplemente da gusto servir a los demás en una de las necesidades más básicas del ser humano: la alimentación.
1. Tienes una capacidad única con tus manos
Puedes cargar varias cosas al mismo tiempo sin riesgo de que se te caigan.
2. Tienes excelentes reflejos
3. Trabajas bajo presión
4. Puedes comer en menos de 5 minutos
5. Eres crítico por naturaleza
Cuando sales a cenar con amigos o familiares a algún restaurante, siempre terminas criticando el servicio y el acomodo de las mesas. Y siempre crees que “es bueno”, pero “podría ser mejor”.
6. A pesar del mal servicio…
Siempre dejas una buena propina porque “se lo merecen”.
7. Tienes habilidades especiales con los trastes
Cuando hay muchos platos en la mesa visualizas cómo puede haber más espacio para que los comensales puedan disfrutar de sus alimentos.
8. Eres bueno platicando con extraños
Puedes iniciar una conversación con cualquier persona y te encanta socializar.
9. Partes los limones así:
10. Tienes más bolígrafos guardados que metas en la vida
11. También coleccionas de estas:
12. Y si alguien no puede destapar una botella…
Corres a auxiliarlo, sabes que es tu momento, no le puedes fallar a la humanidad… ¡Eso es todo, campeón!
13. Prefieres las monedas
Por alguna extraña razón, prefieres traer muchas monedas que un par de billetes, es que te sientes “vacío” sin un puñado de monedas en la bolsa de tu pantalón.
14. Siempre tienes prisa
Siempre caminas demasiado rápido y alertas a las personas lentas delante de ti con gritos como: “¡permiso!”, “¡cuidado!”, o: “¡a un lado!”.
15. Incluso para comer…
Si vas a comer a algún restaurante y tu pedido se está tardando, te sientes con plena confianza de ir hasta la cocina y preguntar qué es lo que pasa.