Un buen restaurante es el que piensa en las necesidades de sus clientes, sobre todo en aquellas a las que ningún otro les presta atención.
Estos restaurantes están implementando cambios pequeños, como poner enjuague bucal o proporcionar tijeras para abrir los paquetes de salsa. Cada uno de estos detalles los hacen mejorar su servicio al cliente. Todos los demás locales deberían hacer lo mismo.