Una tomografía computarizada que se llevó a cabo en el Museo Drents de los Países Bajos, en el Centro Médico Meander, permitió descubrir una momia atrapada dentro un antiguo Buda, completamente cerrado.
Los restos correspondían a un maestro venerado de la escuela china de meditación
Mientras continuaban las investigaciones para saber más acerca de la momia, otro impresionante descubrimiento salió a la luz: antiguos procesos de momificación implicaban la extirpación de los órganos, pero en este caso se encontraron en su lugar trozos de papel cubierto con escritura china.
El hombre falleció hace aproximadamente 917 años, y vivió entre tres y cinco décadas según las condiciones en que fue encontrada su piel y su musculatura. Wilfrid Rosendahl, el paleontólogo a cargo de la averiguación comentó: “para los monjes no era raro practicar la automomificación, pero encontrar un monje momificado dentro de una estatua es realmente extraordinario”.
Para los monjes es costumbre hacer ayunos estrictos y meditación, por lo que se sospecha que murió de hambre. No obstante, existían métodos budistas como el sokushinbutsu, en el que los procesos de momificación comenzaban desde antes de que la persona falleciera. En la actualidad, la momia ha sido transportada al Museo Natural de Historia en Hungría.