No hay peor cosa que ir a un café o algún pub de la ciudad y encontrarte con alguien que sólo pide un vaso de agua. Eso realmente se me hace molesto, porque al final de cuentas, se encuentra en un sitio en el que si entras es porque vas a consumir.
Hanna C es una chica del Norte de Yorkshire, en Inglaterra, que quedó de encontrarse junto a otros amigos en el Bennett’s Cafe and Bistro de la calle High Petergate; sin embargo, ella fue al punto de encuentro con poco presupuesto, por lo que se le ocurrió pedir un poco de agua tibia en una taza con una rodaja de limón.
No obstante, cuando la cuenta llegó vio que en el ticket venía un cobro de 3 dólares por la bebida. No lo podía creer, pues sólo pidió un vaso con agua y una delgada raja de limón, No pasó mucho tiempo para descargar su furia en TripAdvisor y otorgar una mala calificación del lugar:
“Muy caro y con un pésimo servicio”
“Es un lugar horrible en lo absoluto. Fui a tomar un té con unos amigos y traía poco presupuesto. Ordené agua caliente con una rebanadita de limón, pero no me la llevaron cuando traían el pastel y las bebidas de mis amigos. Al final me cobraron 3 dólares por el agua caliente y una delgada rebanada de limón. Cuando se me ocurrió preguntar que por qué me habían cobrado tanto por un vaso de agua, el mesero me contestó muy grosero ‘¿bueno, sabes cuánto cuesta el limón?’, y yo dije ‘Sí, y definitivamente no son 3 dólares’. Después el mesero me dijo que también había costado haber puesto tetera para solo una taza de té (que en realidad eso fue por lo que se me cobró) que es el mismo precio del limón. Para demostrar lo ridículo que es esto, mi amigo ordenó una rebanada de pastel de chocolate, por la cual fueron 2 dólares.
Es un lugar terrible, al que definitivamente no recomiendo, además el mesero grosero que me atendió debería ser despedido. No pienso regresar y le diré a mis amigos y familia que no vayan”.
Hasta aquí nos parece justa su queja, pero después de leer lo que el dueño del Café le contestó, no sabrás a qué lado inclinarte.
“Siento mucho que te hayas sentido robada, pero te voy a explicar el por qué no lo has sido. Cuando entraste al café un mesero te mostró tu asiento, te entregó un menú, te espero un momento y luego tomó tu orden.
Se fue por tu orden, tomó la taza, un plato y una cuchara, después se fue a la cocina. Allí tomó un cuchillo, una tabla para picar, fue por un limón al refrigerador, lo cortó en rebanadas y lo puso en la taza. Regresó al área de restaurante, sirvió la cantidad necesaria de agua caliente y la llevó hasta tu mesa.
Cuando ya te ibas, imprimió la cuenta, te la dio, procediste a pagar con tu tarjeta de crédito y lo entregó a la cajera. Después de que te fuiste, él limpió el lugar donde estuviste, recogió la taza, el plato y la cuchara y remplazó el menú. Los llevó a la cocina, donde los lavaron y lo secaron junto a la tabla y el cuchillo que habían utilizados para el limón.
Luego, regresó al área de restaurante, reacomodo la taza, el plato y la cuchara para disponerse a esperar al siguiente cliente. Esto lo hizo en no menos de 2-3 minutos, cosa que es parte de su trabajo.
El costo generalizado para este negocio, es decir el alquiler, tarifas de negocio, gastos de electricidad, gastos bancarios, etc. ronda en alrededor de los 39 dólares por hora en todo el comercio. Les pago a mis ayudantes para que tengan una vida decente y también les pago vacaciones, el seguro nacional y el tiempo no productivo antes de la apertura y después del cierre, el mesero que te sirvió tiene un costo para mí de 18 dólares la hora.
Por lo tanto, el costo de todo esto es de 57 dólares la hora o 0.95 dólares el minuto, lo que significa que el costo de la atención del mesero por los tres minutos es de 2.85 dólares. Luego el gobierno le agrega 20% en impuestos, lo que le da un costo a tu taza con infusión de entre 2.80 y 3 dólares, independientemente de que si tu agua tenía una bolsa de té o solo la mitad o una ligera raja de limón, que pudo haber costado unos centavos.
Tengo que pagar a mis proveedores, de otro modo, las instalaciones no estarán disponibles para otras personas en un futuro. Acepto que el precio de una taza de té en el centro de la ciudad es muy cara comparada con la que puedes preparar en tu casa, pero desafortunadamente así es la cruel realidad de la vida.
De hecho las instalaciones cuestan dinero, incluso más que los ingredientes.
Tal vez usted haya percibido que fuimos groseros, pero es porque pudimos sentir la presunción con la que usted pretendía utilizar nuestras instalaciones y esperar que todo fuera gratis”.
– Bennett’s Cafe and Bistro.
Ahora, ¿quién tiene la razón? Para nosotros fue una excelente respuesta de Bennett’s Café. Bien por ellos.