La organización está ligada al éxito, por eso es que durante toda nuestra vida nos han dicho “debes ser organizado.” Ya sea en el hogar, escuela o la vida diaria, la organización se nos ha inculcado desde que nacemos.
Por otro lado, el desorden ha sido tomado como un síntoma de fracaso. ¿Qué sucede en realidad? ¿Existen personas que hayan desarrollado la creatividad a partir del desorden? Estudios realizados por la Universidad de Minnesota nos proporcionan respuesta a esta interrogante.
Se ha creado una especie de “leyenda urbana” en torno a que las personas que tienen un escritorio desordenado han desarrollado un razonamiento más creativo. A partir de esto podemos suponer que dichas personas son creativas de por sí, entonces: ¿por qué tuvieron que sobrevivir lejos de la organización?
Imagina que tienes el siguiente escritorio: la tarea que realizaste semanas atrás ahora se encuentra en una esquina; una revista vieja y arrugada que compraste hace meses se encuentra doblada y latas vacías de refresco junto a los platos con sobras de comida están esparcidos por toda la mesa. Un desastre total.
Sin embargo, es tu desorden y sabes exactamente dónde se encuentra cada cosa. Cuando no puedes organizar las cosas en un lugar determinado es cuando te ves forzado a encontrar formas más creativas para que todo sea cómodo y sencillo. Aunque para algunas personas puede resultar extraño, para ti es más metódico.
Este sería un ejemplo de pensamiento creativo. ¿Cómo se desarrolla?
La Universidad de Minnesota realizó un estudio que consistía en hacer una serie de experimentos con el comparativo de personas en una habitación ordenada y una desordenada.
Esto los llevó a obtener la siguiente respuesta: el pensamiento creativo trata de pensar (valga la redundancia) fuera de las lineas del razonamiento, es decir, lejos de lo “convencional”. Consideraron que al poner las cosas fuera del lugar al que estamos acostumbrados se generaría la creatividad. Suponemos entonces que al decir “poner”, se referían a dejar la ropa en el suelo, incluso si el armario se encontraba a unos pasos de distancia, dejando de lado la manera convencional de guardar la ropa. El concepto también puede ser aplicado para cuestiones que sean más abstractas.
Albert Einstein consideraba que “si un escritorio desordenado es signo de una mente desordenada, entonces, ¿qué podemos pensar de un escritorio vacío?
Einstein no estaba solo en estos asuntos de los escritorios desordenados, Mark Twain también contaba con uno, quizá más desordenado que el de Einstein, y aún así era una de las mentes más creativas y originales de su generación.
Si estos dos personajes no captan tu atención, te dejo como ejemplo a Steve Jobs. No es extraño que él fuera el inventor de las iBooks si su escritorio era un completo desastre, supongo que esto fue lo que más le ayudó a que fuera tan brillante.
Entonces, ¿qué significa esto?, ¿que al tener basura en el escritorio, o que las habitaciones sean un caos con ropa tirada y sobras de comida tendrás creatividad de un momento a otro? Esto no precisamente quiere decir que después de una noche en la que desordenaste todo al despertar serás más creativo.La relación entre creatividad y desorden no se dan de manera casual.
Cuando eres “desordenado por naturaleza” debes encontrar un punto de equilibrio entre el desastre y la necesidad de limpiar, ya que al reducir de manera drástica la cantidad de desorden que tengas puede que también reduzcas tu capacidad de pensar de manera original.
Por último, la manera mas eficaz de medir la creatividad inducida por el desorden es experimentar por ti mismo. Así que, adelante, prueba moviendo todos tus papeles y artículos importantes, tira un poco de ropa limpia por el cuarto, genera una desastre y ve lo que ocurre después.
Vía: Elitedaily