El 2016 es año bisiesto, por lo que el próximo lunes será 29 de febrero; pero ¿aún recuerdas por qué existen los años bisiestos?. Si no lo recuerdas aquí te refrescamos un poco la memoria.
Cada cuatro años agregamos un día más al año con el fin de corregir las diferencias en el calendario; y a este día extra se le conoce como ‘día bisiesto’ o ‘día intercalar’. Como todos sabemos, cada año tiene 365 días, además de 5 horas y 48 minutos que no se cuentan, por lo que al sumarlas cada cuatro años se agrega un nuevo día al mes de febrero, lo que hace que tenga 29 días y no 28.
En su comienzo el calendario romano tenía 363 días, y cada año se agregaba un mes extra con 22 días para compensar las diferencias. Cada mes era de 30 o 31 días, incluso en un principio febrero tenía 30 días, julio 31 y agosto 29; pero cuando el emperador César Augusto obtuvo el poder decidió quitarle dos días a febrero para agregarlos al mes con su nombre, agosto.
El año bisiesto se deriva del latín ‘bis sextus dies ante calendas martii’ (sexto día antes del mes de marzo) que correspondía a un día extra intercalado entre el 23 y el 24 de febrero impuesto por Julio César.
Esto sucede ya que en el calendario juliano el 24 de febrero era el sexto día antes de las calendas de marzo, o lo que es lo mismo: el primer día del mes.
Los romanos no contaban los días del mes del 1 al 31, sino que tomaban tres fechas de referencia: calendas, nonas e idus. Y para poder contar tomaban como referencia en este caso el 1 de marzo.
Debido a que el calendario juliano tenía 11 minutos y 14 segundos más que el año solar, el equinoccio de primavera solía adelantarse 10 días en el calendario.
En base a esto, el Papa Gregorio Xll, asesorado por el astrónomo Christopher flavius, promulgó el 24 de febrero la bula Inter Gravvisimas, la cual consistió en eliminar 10 días (por lo que después del jueves 2 de octubre siguió el viernes 15 de octubre), y se incorporó el año bisiesto cada cuatro años añadiendo el 29 de febrero; determinando que se debían eliminar tres años bisiestos cada 100 años.
De esta manera fue como surgió el calendario gregoriano, que es el que usamos actualmente. Y en cuanto a cómo se le hizo para decidir qué año es bisiesto, fue porque en el calendario juliano se consideraban bisiestos los años que eran divisibles entre cuatro.
Mientras que para el gregoriano la regla que se aplica es que un año es bisiesto si es divisible entre 4, a menos que sea divisible entre 100. Sin embargo, si un año es divisible entre 100 pero también es divisible entre 400, también estamos hablando de un año bisiesto. Por ejemplo, los años 800 y 1600 fueron bisiestos, pero 1700 y 1900 no.
Expertos en el tema aseguran que este sistema elimina los años que determinan el fin de cada siglo y que terminan en 00, cuyo siglo no es múltiplo de 4.
A pesar de los años, esta práctica tan antigua continúa agregándose al calendario, ya que sigue sin estar parejo con el recorrido de la Tierra alrededor del sol.
El planeta tarda 365.2444 días en completar una vuelta alrededor del sol, y como sólo contamos 365 días en el calendario oficial, cada cuatro años se incrementa un día con el fin de que las agendas estén en sintonía con la órbita terrestre y las estaciones.
La posibilidad de que una persona nazca el 29 de febrero es de 1 entre 1,460, y los que nacen este día normalmente su fecha de nacimiento se registra el 28 de febrero o el 1 de marzo.
¿Interesante, no? Ahora ya sabes el porqué del año bisiesto.