Caben al menos dos posibilidades de que te confundan o te hayan dicho que te pareces mucho a tu mamá: la primera es que por tus anticuados atuendos, tus patas de gallo, ojeras, canas y las arrugas que cada vez son más notorias… aparentes más edad de la que tienes. Y la otra es que ella sea como la Dorian Gray de la maternidad y se conserve tan radiante como tú. Esperamos que este sea el caso.
Algunas son muy famosas y otras no tanto, pero todas estas madres tienen una singular característica en común: ¡han encontrado el elíxir de la juventud! Envidiémoslas en la siguiente galería.