¿Sabías que el orden de nacimiento marca tu personalidad? Investigadores de la genética han descubierto que el lugar que ocupas en la familia al nacer, determina hasta en un 80 por ciento el carácter de las personas.
Es decir, no existen dos niños que tengan los mismos padres, aunque pertenezcan a la misma familia.
Dirás ¿cómo es que esto puede ser cierto? Según estos investigadores, se debe a que nuestros padres suelen ser diferentes con cada hijo, y por lo tanto nunca toman el mismo rol.
¿Y tú, cuál lugar ocupas entre tus hermanos? ¿Eres el mayor, el de en medio o el menor?, o ¿eres hijo único? Mira aquí el rol que juegas en tu núcleo familiar según estos científicos y cuéntanos si te sientes identificado.
1. Primógenito: Triunfador
Si eres el hijo mayor probablemente tendrás más cosas en común con otros hijos mayores que con tus propios hermanos. Tienes el control sobre tus padres, ya que gran parte de la atención que te dieron fue cuando eran primerizos. Eres responsable y ellos pueden confiar en ti; sabes comportarte, eres cuidadoso y reflejas una versión en miniatura de tus propios padres.
Los triunfadores se identifican con carreras enfocadas al bienestar social, la comunicación y la política, también a coordinar un equipo de trabajo o su propia empresa. Al ser una miniversión de tus padres, buscas dominar a tus hermanos. El único problema es cuando dejas de ser único, sentirás que has perdido el trono familiar y no tendrás la misma atención.
2. El de en medio: Competitivo
Si tu lugar es en medio, eres una persona comprensiva, flexible y muy competitiva. Te importa la justicia; además, como el mediano, es probable que tengas un círculo muy cercano de amigos que consideras familia adicional, debido a la falta de atención de tus padres.
El rasgo de personalidad que te define será opuesto al de tu hermano mayor o menor. Esas increíbles habilidades sociales aprendidas debido a tu lugar intermedio pueden ser las de una emprendedora a gran escala.
3. Hermano menor: El alma de la fiesta
Para cuando nace un tercer hijo, los padres ya tienen confianza en sus habilidades como cuidadores, por lo tanto bajan la guardia y no prestan tanta atención como lo hacían con los mayores. Es de este modo como tú aprendes a seducir al público con tu encanto tan simpático.
Hasta cierto punto, eres el más independiente de tus hermanos. Tienes mucho en común con tu hermano mayor, porque ambos sienten que tienen derechos especiales por el lugar que ocupan. Su influencia se extiende a toda la familia y eso les hace sentir que tienen un lugar seguro.
4. El hijo único: Solitario e independiente
Rodeados siempre de adultos, suelen ser más verbales y maduros, lo que te permite ganar inteligencia. En tu soledad has aprendido a ser ingenioso, creativo e independiente. Tienes afinidad con los primogénitos y los bebés de la familia.
¿Te identificaste con alguno?