Quizás el secreto de la eterna juventud lo conozcan únicamente unas cuantas mujeres asiáticas. Pero una anciana inglesa de 105 años nos ha revelado un invaluable consejo para gozar de una vida larguísima y placentera. ¡Ya es tan grande que le tocó vivir la Primera Guerra Mundial y servir como enfermera del ejército en la Segunda!
No se trata de beberse ríos de agua al día ni de mantener una rigurosa dieta lejos del gluten y el azúcar; tampoco tuvo que sacrificarse horas en el gimnasio ni hizo un pacto con el diablo… Ella, señoras y señores, simplemente JAMÁS SE CASÓ.
Me gustaría poner mi buena salud de ejemplo para que las chicas trabajen duro en sí mismas y eviten a toda costa a los hombres… Brenda, nacida en 1913.
¿Soledad? ¡Para nada!
Horas de parranda, experiencias nuevas y conversaciones interminables en cafeterías con sus amigas rindieron sus frutos y la han hecho durar muchos años que una mujer promedio.
Vivió feliz en su casa hasta los 93 años
Hasta hace poco se mudó a un asilo para ancianos, pero se valió de sí misma durante prácticamente toda su vida.
¿Verdad que no se ve de 105?
Brenda adora cumplir años, y para su próximo festejo le encantaría ser visitada por la reina Isabel II. ¿Atenderá la monarca su encantadora petición cuando cumpla 106?