Dicen que nadie nace sabiendo ser padre, pero la experiencia del pasado nos ha dejado mucha enseñanza. Si hoy por hoy no tenemos idea de lo que estamos haciendo, antes las cosas eran peor. Las personas vivían en la ignorancia -y la pobreza de muchos no ayudaba en nada- y eso hacía que pusieran en práctica algunos hábitos tan extraños que hoy en día tan solo el pensarlos nos parecen crueles, es decir que son IMPENSABLES.
Hoy tenemos 11 ejemplos de lo que te decimos, y no es que las personas de antes fueran desalmadas, era simplemente que no tenían tanta información como la que hoy tenemos. Además, todo esto era sumamente normal en ese entonces, así que ellos jamás pensaron si estaban haciendo daño al niño o poniéndolo en riesgo. Simplemente seguían las costumbres que sus padres les habían enseñado. Tal vez en un futuro nosotros estaremos en una lista similar.
La pregunta es: ¿cómo es que la raza humana no se ha extinguido?
1. Dile “adiós” a mami
En el siglo XVIII los hijos eran apartados de sus mamá porque ellas, con sus “pequeños cerebros”, eran una mala influencia para los bebés. Solo los papás tenían la suficiente sabiduría para educarlos. Esto duró muy poco. ¿Por qué será?
2. ¿El niño tiene sed? ¡Dale cerveza o ginebra!
En el siglo XVIII el agua estaba contaminada, beberla era peligrosísimo, provocaba tuberculosis, enteritis y otras enfermedades. Así que la costumbre era tomar cerveza y ginebra… Para los niños también. La razón: era muy barata.
3. El matrimonio, un negocio redondo
Esto no es para nada desconocido, pero aun así lo teníamos que mencionar. Las familias reales prometían a sus hijos recién nacidos en matrimonio con otra familia real. Era un simple negocio y creían que funcionaba.
4. Solo 9 meses, ni más ni menos
Ahora se saben los múltiples beneficios de la leche materna, pero antes se creía que si las mujeres amamantaban a sus hijos por más de nueve meses los pequeños corrían el riesgo de sufrir daños cerebrales y quedarse ciegos.
5. Aprender a ir al baño… ¡A los 2 meses!
A finales del siglo XIX y principios del XX se creía que mientras más pronto se enseñara a los bebés a ir al baño más se evitarían infecciones que provocaran la diarrea. ¿A que edad? ¡A los dos meses!
6. ¿Cuál cigüeña? ¡A los niños los traía el correo!
¡Las cigüeñas no trajeron a los bebés, fueron los carteros! Así es, entre 1913 y 1929 era muy común enviar a los niños por correo, bueno, si pesaban menos de 22 kilos. Era más económico, rápido y -aunque usted no lo crea- seguro.
7. Mucho amor los echa a perder
El psicólogo John Watson presentó una teoría en 1916 que decía que darle a un bebé muestras de amor podría arruinarlo de por vida… La gente lo creyó.
8. Una jaula al aire libre
En 1922 se patentaron las jaulas para bebés en las alturas, y es que era muy común que las personas vivieran en edificios departamentales, y los bebés no tenían mucho acceso al aire libre, así que esta fue una solución práctica.
9. Marcarlos como ganado… Por amor
Por un tiempo hubo algo así como un escándalo por los niños que eran cambiados al nacer en los hospitales, así que la solución llegó en 1938 con una lámpara ultravioleta que marcaba las iniciales del bebé en su cuerpo. Sí, como con el ganado.
10. Una forma rara de darles independencia
Este extraño invento era como un cinturón de seguridad y su uso comenzó en 1939. La idea de este genial invento era enseñarles a caminar a los niños y darles independencia. Además, le daba cierta libertad a la mamá.
11. ¡Un viaje muy seguro!
Este asiento para bebés se usó a partir de 1947 y era simplemente una silla que se podía colgar en cualquier lugar. No era la más segura del mundo y, sí, el bebé iba en el asiento delantero.