¡Tener hijos NO es fácil! Aunque sí te cambian la vida, te muestran tu parte más humana, te impulsan a ser una mejor persona y alegran tu día a día, también es cierto que ser padres es una ardua labor, muy cansada, que requiere paciencia y adquirir habilidades que no sabías que podías aprender. Si piensas que eres una persona muy paciente, centrada y estricta… ¡espera a tener hijos!
No importa lo que los libros digan, lo que tus padres opinen o lo que funcione para otras personas, al final del día cada niño es único y requiere una manera particular de tratarlo. Lo que funcionó para los hijos de tu vecino puede que no produzca el mismo efecto en los tuyos. ¡Todo padre primerizo se dará cuenta de eso!
Y sí, podemos tener muchas opiniones -“jamás dejaré que mi hijo juegue con una tablet“, “no cederé ante ningún berrinche”, “no voy a consentirlo ni a darle todo lo que pida”, “mi bebé va a dormir en su cuna y en su cuarto aparte”-, pero cuando los hijos llegan la realidad te golpea y te das cuenta de que tendrás que ceder más de una vez.
Eso fue lo que le pasó a Laura Gerson, una madre primeriza que pasó los primeros tres meses de la vida de su pequeña hija sin pegar el ojo. Y es que toda la noche la pequeña se despertaba constantemente y Laura tenía que ir a ver qué pasaba.
¡Hasta que descubrió cómo parar el llanto continuo!
Esto fue lo que hizo
Muchas persona aplaudieron su forma de actuar. Frases como “eres un genio”, “¿cómo no se me ocurrió antes?”, o “simplemente brillante”, llenaron los comentarios de su publicación en Facebook, pero también hubo otras personas que la calificaron de “ignorante” o incluso “floja”, asegurándole que su niña tendría problemas con su dentadura al crecer.
Y es que cuando se trata de opinar… ¡TODOS SON EXPERTOS!
¿Qué importa lo que los demás opinen? Laura vio un resultado inmediato en su manera de tratar ese “problema” y desde entonces puede dormir al menos ocho horas seguidas para tener todo el día la actitud y energía necesaria para criar a una bebé de un año.
¿Por qué no lo pruebas? Tal vez te funcione
Veámoslo con esta sencilla ecuación:
Bebé duerme feliz = Mamá duerme feliz
Mamá duerme feliz = Mamá feliz
Mamá feliz = Bebé feliz
¿No es ese el objetivo?