Uno de los métodos más comunes en la educación de los padres hacia sus hijos es hacerles ver sus errores, ya sea corrigiéndolos o intenten que aprenda lo que es correcto.
Sin embargo, existen algunas excepciones como la historia del “bolígrafo verde” que cuenta la experiencia de una mujer que cambió completamente la técnica de la educación en la que sólo resaltan los errores, por un esfuerzo positivo que parece tener una mayor efectividad tanto intelectual como emocional en los niños.
“Empezare desde el principio. Mi hija casi nunca iba a la clase de estimulación temprana, yo misma fui quien se encargó de eso. Cuando estábamos practicando con su mano antes de su ingreso a una escuela regular, nuestro cuaderno se veía algo así”:
“¿Ves la diferencia? Yo no resaltaba con rojo los errores, sino que destacaba con verde las letras y bolitas que le habían salido bien. Eso le gustaba mucho y siempre, después de terminar un renglón, me preguntaba: ‘¿mami, cuál de todas me salió mejor?’, se alegraba aún más cuando yo rodeaba las figuras más bonitas con la frase ‘muy bien'”.
Por lo regular los errores suelen ser resaltados en color rojo, pero con esta técnica la idea es resaltar los aciertos en verde. Si esta mujer usara el método tradicional, la hoja estaría llena de cruces y letras tachadas, algo que al parecer influye de manera negativa en los menores; ya que se enfocan más en lo que se están haciendo mal que en sus aciertos.
En cambio, al resaltar sus aciertos en verde, los niños pueden darse cuenta del resultado de su esfuerzo a bien de que los impulse a seguir intentando para cada vez hacerlo mejor.
¿Qué diferencias existen entre resaltar con color rojo a resaltar en verde?
En caso de resaltar con rojo nos concentramos más en los errores, y por lo tanto lo que se graba en nuestra mente son las letras que quedaron chuecas, o en pocas palabras lo que es incorrecto. Queramos o no, nuestro subconsciente recordará lo que ha sido resaltado.
Pero si en su defecto resaltamos en color verde nos estamos concentrando en lo que está bien hecho, por lo que se experimenta una actitud y emociones completamente diferentes. De esta manera nuestro subconsciente tenderá a repetir lo que hemos hecho bien.
Se trata de una motivación interna completamente diferente, ya no se trata de intentar evitar que haya errores, sino que se tenga el esfuerzo de hacer lo que está bien.
Desde nuestra infancia nos han acostumbrado a concentrarnos en los errores y lo que no es correcto, por un lado en la escuela son marcados con bolígrafo rojo, mientras que en nuestra casa frecuentemente nos hacen ver lo que esta mal en lugar de felicitarnos por lo que hemos hecho bien.
La costumbre del bolígrafo rojo la tenemos presenta hasta la vida adulta y es casi imposible desterrar; esta puede ser una de las razones de nuestra insatisfacción con la vida.
Si pones en práctica el método “bolígrafo verde” verás como los errores de tu hijo desaparecen poco a poco, además de que él intentará hacerlo bien.