Redondos, abultados, planos, multiformes, cafés, rosados… todo el mundo tiene un lunar, pero pocos sabemos cuál es la razón de que estas peculiares manchas aparezcan en el cuerpo humano. ¡No solo son un adorno!
En promedio una persona puede llegar a tener hasta 50 lunares, mismos que van apareciendo con el paso de los años. Son el resultado del encuentro entre células de piel con melanina. Su función no es fisiológica sino preventiva, ya que si bien son el resultado de un accidente biológico, su anatomía puede alertarte sobre un problema de salud al que cada día más personas están expuestas debido a los cambios climatológicos y la exposición al sol: el cáncer.
Icono de sensualidad
Tampoco te alarmes, la mayoría de los lunares resultan ser totalmente inofensivos e, incluso, son una marca característica de belleza inusual, al igual que los ojos de color, las pecas y los hoyuelos en las mejillas. Se convirtieron en un rasgo distintivo desde el Renacimiento, ya que solían colocarse manchas postizas sobre el rostro que simularan a un lunar, sin imaginar que años más tarde serían considerados imperfectos y desagradables. Algunos los aman, otros los odian… lo cierto es que continúan siendo un emblema de distinción en cada rostro.
Simbología mística
Hay quienes aseguran que la personalidad y el destino de cada uno están escritos a manera de mapa alrededor del cuerpo, y que la zona de cada lunar tiene un significado diferente como continuación del resto de las manchas.
¿Cómo saber si un lunar es maligno?
Si notas irregularidades en la forma y color de algún lunar, dolor o picazón, no pierdas un minuto más leyendo este artículo y acude con tu dermatólogo de confianza. ¿Bordes agrietados, crecimiento repentino, cambio de tono o sangrado? Es probable que se trate de un melanoma, un cáncer en la piel que, de ser detectado a tiempo, puede erradicarse sin necesidad de recurrir a tratamientos dolorosos. ¡Atiéndelo lo más pronto posible!