No hay lugar en el mundo donde te sientas más querido, protegido y seguro que en la casa de la abuela. Además de que no hay nadie que cocine mejor y que te defienda como lo hace ella.
Tu abuela siempre te dará su amor incondicional sin importar como seas, es por eso que cuando vas de visita a su casa nunca falta que te llene de caricias, dulces y galletas; pero sobre todo jamás permitirá que te vayas sin antes comer. Y si te hacen falta más razones para convencerte de que tu abuela es tu segunda madre, aquí te damos 20 cosas más.