En una solitaria ciudad minera, los oficiales detuvieron a un atrevido chico australiano de tan solo 12 años de edad, que había tomado las llaves del coche de sus padres para dirigirse desde su casa en la costa norte de Nueva Gales del Sur, hasta algún destino sureño de Australia. Logró llevar a cabo poco más de un tercio de su inconsciente plan, ya que condujo solo 1.3 de los 4000 kilómetros que se estiman en dicho trayecto.
¿Cómo lo habrá logrado sin poner gasolina?
Su viaje de casi 800 millas fue interrumpido por la policía vial, quienes lo detuvieron en la barrera de la autopista al percatarse de que el parachoques del vehículo estaba dañado e iba arrastrándose por el camino.
“El informe registrado señaló que el conductor era un niño de 12 años viajando desde Kendall, NSW, en su camino a Perth”.
Por suerte los defectos del auto lo hicieron ver sospechoso
“Los padres del niño ya han recogido a su hijo y se espera que regresen a Kendall el lunes por la tarde”, dijo el inspector Kim Fehon.
Sus padres habían informado la desaparición del auto familiar justo cuando reportaron que su hijo había abandonado la casa, por lo que no dudaron en relacionar este misterio con las travesuras de Kendall. La información también fue de ayuda para que la policía diera rápido con los padres del conductor detenido por las fallas que mostraba, las cuales indican que el niño sí lo impactó un par de ocasiones durante el viaje, aunque afortunadamente no pasó a mayores y él se encuentra bien de salud.
Además de la multa a sus padres, ahora el pequeño deberá realizar servicio comunitario para responder por su ocurrencia de manera responsable ante la Ley de Delincuentes Juveniles, ya que el incidente se dio justo en la temporada de una estricta operación policíaca en contra de las imprudencias viales, como manejar bajo los efectos del alcohol, usar el celular, excederse en los límites de seguridad o circular sin autorización.