El cannabis es la droga ilícita más consumida en Australia, y uno de cada tres adultos la ha probado al menos una vez en la vida. Droga que es legal en algunos lugares del mundo y que incluso en otros se utiliza con fines medicinales.
Sin embargo, hay muchos que se preguntan si fumar marihuana daña la salud mental, y en este post te vamos a decir los factores que influyen y de qué cosas depende que el cannabis provoque daños en tu salud mental.
El uso del cannabis depende de dos factores principales: el primero depende de la edad en la que se empieza a consumir, sobre todo si fue antes de los 18 o durante las etapas fundamentales del desarrollo del cerebro, puede tener un impacto sobre la poda sináptica (cuando se eliminan las conexiones neuronales de la edad) y el desarrollo de la materia blanca (que transmite señales en el cerebro).
El segundo depende de los patrones de uso: tiene que ver ya sea con la frecuencia, la dosis o la duración, en especial si se está consumiendo por lo menos semanalmente. Uno de los factores más grande o más potente es la dosis o el tetrahidrocannabinol (THC) que se está ingiriendo. El THC es el principal componente psicoactivo del cannabis y tal parece que actúa sobre las áreas del cerebro que influyen en la regulación de las experiencias emocionales.
Existen muchos estudios sobre la relación del consumo del cannabis con enfermedades mentales como la depresión y la ansiedad, que han tenido algunos problemas metodológicos, ya que tienen algunos problemas por no tener control de los factores relacionados.
Es por esta razón por la que los pocos estudios que se han llevado a cabo tienen resultados mixtos. Por ejemplo, una investigación llevada a cabo en 2014 dio como resultado que una persona que consume cannabis tiene un riesgo moderado de desarrollar depresión.
Sin embargo, la investigación no pudo determinar si el consumo de cannabis era el causante de la depresión o si es el reflejo de combinar el consumo de cannabis y los problemas sociales. El consumo de cannabis asociado con la deserción escolar y el desempleo aumenta el riesgo de padecer depresión.
La relación entre el consumo de cannabis y la ansiedad también es complicada, ya que hay muchas personas que usan cannabis por sus efectos eufóricos y relajantes. Sin embargo, hay quienes experimentan sentimientos de ansiedad y paranoia mientras están intoxicados. Es por eso que el cannabis podría usarse para aliviar la ansiedad o el estrés por un tiempo determinado.
Una revisión a esta investigación en 2014 arrojó que el uso del cannabis produce un riesgo mínimo de desarrollar ansiedad. Incluso los autores del estudio observaron que si el peso de la evidencia apoya la coexistencia de consumo de cannabis y la ansiedad, es poco probable que el cannabis cause ansiedad.
Cabe destacar que la relación entre el consumo de cannabis y los trastornos de ansiedad y depresión implica variables como el entorno familiar y las situaciones externas de cada individuo. Esto quiere decir que el cannabis puede usarse para hacer frente a los problemas sociales que no necesariamente fueron causados por el consumo del cannabis.
Por el contrario, la relación entre el consumo de cannabis y el riesgo de desarrollar síntomas de la psicosis ha sido establecida en diferentes investigaciones.
Una investigación que relaciona el consumo de cannabis con la psicosis dio como resultado que el uso frecuente de cannabis a temprana edad es una causa componente de la psicosis, que interactúa con otros factores de riesgo como antecedentes familiares con psicosis, antecedentes de abuso infantil y la expresión de los genes COMT y AKT1.
Estos factores hacen que sea difícil determinar con exactitud la influencia del consumo del cannabis en la causa de la psicosis que pueden no haber ocurrido de otra manera.
La relación entre el consumo del cannabis y la psicosis no es tan sorprendente, ya que hay mucha semejanza entre los efectos agudos y transitorios del consumo del cannabis y los síntomas de la psicosis, los cuales incluyen trastornos de la memoria, la cognición y el procesamiento de estímulos externos. Es por eso que resulta difícil para una persona aprender y recordar cosas nuevas, pero también puede extender la experiencia de los falsos pensamientos y las alucinaciones.
Es importante resaltar que el consumo de cannabis por personas con trastorno psicótico establecido puede aumentar los síntomas.
En general, la investigación sugiere que el consumo de cannabis trae hacia adelante el diagnóstico de la psicosis en un promedio de 2 a 7 años.
El riesgo de desarrollar esquizofrenia aumenta con la duración y la dosis del consumo de cannabis. Las personas que regularmente consumen cannabis tienen el doble riesgo de los que no la consumen; mientras que aquellos que han consumido cannabis en algún momento de su vida tienen un riesgo aumentado a un 40% en comparación con los que no consumen.
En base a estos datos, es importante ver el aumento del riesgo según el contexto en el que se encuentre la persona. Las proporciones de personas con psicosis entre la población y entre los consumidores de cannabis son bajos.
Las estimaciones actuales sugieren que si se consume frecuentemente cannabis a un largo plazo provoca psicosis, las tasas de incidencia se incrementarían de siete en 1000 en las que no consumen y 14 en 1,000 en los consumidores de cannabis.