Si piensas que los bebés no son más que máquinas de comer e ir al baño, te equivocas. Son inteligentes, son ambiciosos, son calculadores y te manipularán hasta obtener todo lo que quieran de ti.
¿Recuerdas a este diablillo?
A continuación te presentamos una breve galería en la que resumimos el por qué nunca debes confiar en ellos. ¿Qué crees que hagan esos pequeños rebeldes mientras no están dormidos? ¡Mucho cuidado!