La peor y más repugnante reputación en los hospitales no es a causa del mal aseo de las camas, los virus en el ambiente, el penetrante aroma a productos farmacéuticos recorriendo los pasillos ni los sanguinarios instrumentos con los que los médicos abren a las personas en las cirugías, la más asquerosa pesadilla hospitalaria que puedes imaginarte es sin duda la comida que les sirven a los pacientes.
Papillas con aspecto de bazofia, vegetales, un vaso de agua sin azúcar y, si tienes suerte… una desabrida gelatina. Pero debes saber que este horripilante menú no es universal, pues una mujer japonesa nos relató una historia que te dejará impactado.
Luego de tener a su bebé estuvo un par de días recuperándose en observación, y le llevaron 12 suculentas y variadas comidas 100 por ciento antojables y deliciosas, según lo cuenta; para demostrar que su experiencia no se trataba de una leyenda urbana, decidió compartir las siguientes fotografías en su cuenta de Instagram. ¡Será imposible contemplar estos manjares hospitalarios y no querer enfermarte!