Hoy en día los mercados y restaurantes están plagados de comida chatarra y de alimentos saturados de grasas y azúcares que a la larga pueden ocasionarnos problemas de salud, como el sobrepeso o enfermedades cardiovasculares.
Por eso, es necesario cuidar lo que consumimos, y hoy aquí te presentamos algunos alimentos que se venden como saludables pero no lo son en realidad. Tal vez, después de leer esto querrás hacer cambios a tu lista para el súpermercado.
1. Ensaladas preparadas
La mayoría contienen productos como tocino -imitación-, crutones y aderezos llenos de grasas y harinas.
Tu mejor opción: Preparar ensaladas en casa con una base de verduras verdes como lechuga, berros o espinacas con algunas frutas u hortalizas como el pepino, pimiento, aguacate, zanahoria y hasta papas, tratando de incluir proteína como pollo a la plancha, atún o salmón y como aderezo, aceite de oliva.
2. Frutos secos
Es cierto que estos pueden servir como un buen snack, proporcionar saciedad, algunas grasas benéficas y proteína de origen vegetal, pero la mayoría de los que encontramos en el supermercado vienen fritos con aceites saturados y con azúcares agregadas.
Tu mejor opción: La versión natural de tus frutas favoritas, puedes ponerlas a la plancha o secarlos tú mismo.
3. Pan integral
El pan blanco es el menos sano considerando que contiene más harinas refinadas que no aportan nada saludable. Pero los panes integrales, a pesar de ser una opción no tan mala, contiene el grano entero con mucho almidón. ¿Qué hay de los multigranos? Estarías comprando virtualmente lo mismo que el pan blanco pero mucho más costoso.
Tu mejor opción: Debemos de considerar que el pan no es indispensable para una alimentación equilibrada, por lo que podemos reducir su consumo. Pero si lo comemos es mejor que sean harinas naturales e integrales.
4. Barras de cereal
Estas barras son ricas en carbohidratos por los cereales que contienen, poseen grasas saludables por los frutos secos, pero contienen muchas grasas saturadas ya que se suele usar aceite de palma para su elaboración.
Tu mejor opción: Preparar algunas barras caseras que no suelen ser complicadas.
5. Quesos procesados
Además de contener una gran cantidad de aditivos para su preparación, poseen una gran cantidad de sodio. Por ejemplo un sándwich con tres rebanadas de queso aportan dos terceras partes de los requisitos diarios de este elemento.
Tu mejor opción: Diferentes tipos de quesos frescos.
6. Cereales de fibra
Muy cierto es que contienen la fibra necesaria pero con la misma cantidad de calorías que otros cereales, sumado a que al servir llenamos nuestro plato y no solo consumimos los 30 gramos recomendados.
Tu mejor opción: Consumir hojuelas naturales de avena y añadir un toque de canela o un trozo de fruta.
7. Aderezos bajos en grasa
Cuando un producto es bajo en grasa suele sustituir ésta por otros elementos como azúcar.
Tu mejor opción: Condimentar con aceite de oliva extra virgen, vinagre o limón.
8. Pechuga de pavo o pollo
Es un producto procesado como todos los embutidos, se estima que solo queda el 70 por ciento del pollo o pavo, el restante se llena de agentes espesantes como harina, proteína de soya, leche en polvo y azúcar.
Tu mejor opción: Comprar la pechuga natural en la carnicería, trozarla o rebanarla y cocinarla a la plancha.
9. Vegetales enlatados
Estos no son para nada saludables, ya que en el proceso se agregan en promedio hasta tres cucharadas de azúcar para cada lata, además de conservadores y sodio.
Tu mejor opción: Escoger vegetales frescos, conservas naturales bajas en sodio o procesarlas tú mismo en casa.
10. Leches vegetales comerciales
La mayoría de los intolerantes a la lactosa tienen la alternativa de consumir leches de origen vegetal como la soya, avena, coco, almendras entre otros, pero estos productos solo contiene un 20 por ciento del elemento vegetal, el resto es agua, azúcar y colorante.
Tu mejor opción: Tomar leche sin lactosa o elaborar leche vegetal casera.
11. Alimentos libres de gluten
Libre de gluten no significa que sea saludable, integral, con menos calorías o que no contenga azúcar. Un alimento sin este elemento no contiene glicoproteína presente en cereales como el trigo, cebada, espelta, centeno y avena.
Tu mejor opción: Si no eres celiaco o intolerante al gluten continua consumiendo los alimentos con harinas regulares, pero recuerda, siempre con moderación.