Mucho tenemos que aprender las mujeres occidentales de los rituales de belleza asiáticos. A pesar de poseer una genética con dermis más gruesa y mayor producción de colágeno, no se confían solo de ello y complementan su cuidado personal con estrictos hábitos.
No es de sorprender que gracias a ellos consigan aparentar menos edad de la que tienen. Aunque los estudios mencionan la genética como causa principal, nosotros podemos adoptar algunos de sus hábitos que nos proporcionarán múltiples beneficios. Corre por pluma y papel.
1. Lo principal: limpieza e hidratación
Un paso primordial y de absoluta importancia en su rutina facial, si no removemos el maquillaje y suciedad de nuestro rostro se crearan esas indeseadas impurezas. Las asiáticas apuestan siempre por los aceites, tales como el de oliva y el de argán, que además de nutrir el cutis con sus múltiples propiedades, hidratan profundamente la piel. Las leches limpiadoras y el agua micelar también son de uso común.
Ellas potencializan el poder de los aceites y de cualquier otro tratamiento con la técnica Otefuki, consiste en aplicar toallas con vapor caliente y aceites aromáticos. Esta técnica abre los poros y logra que la piel esté lista para recibir posteriores tratamientos, logrando una mejor absorción.
2. Masajes faciales
Estos masajes estimulan la circulación y ejercitan los músculos faciales. Algunas técnicas son Eishodo o Tanaka que ayudan a prevenir los primeros signos de envejecimiento.
3. Protección solar
Un producto indispensable es el protector solar. En Asia, la piel clara es muy apreciada, las mujeres siempre la protegen del sol para evitar manchar su rostro y perder colágeno y elastina.
4. Té
Los beneficios del té van más allá de su rico sabor. El té blanco y el té verde están repletos de antioxidantes, por lo tanto previenen el envejecimiento prematuro. El té verde es un excelente sustituto para el café.
5. Alimentación
La comida asiática además de ser deliciosa, siempre es alcalina y las grasas son buenas, como el Omega-3, el cual se encuentra en el pescado. El alga wakame aporta vitamina B, calcio y potasio, y es ideal para mantener la elasticidad de la piel. ¿Te animas a incorporar estos alimentos a tu dieta?
6. Renunciar al azúcar y apostar por el jengibre
Un gesto que debemos copiar de las asiáticas es la disminución del consumo de azúcar. En la mayoría de los países orientales optan por sabores salados o picantes. Sus alimentos estrella son: el jengibre, el cual mejora la absorción y asimilación de nutrientes esenciales en el cuerpo y el ajonjolí (sésamo) negro, que ayuda reducir el colesterol.
7. Resguardarse del frío
Después del sol, el frío es el segundo enemigo de las asiáticas; ellas solo beben agua caliente. Según sus creencias, el consumo de líquidos fríos puede originar enfermedades; para evitar eso es mejor consumirlos a la temperatura del cuerpo, 36 ºC.
8. Cumplir unos horarios rígidos de comida y descanso
La revista Science asegura que tener horarios fijos ayuda a combatir el envejecimiento, se descansa mejor y se es más productivo. Los chinos, por ejemplo, se despiertan y duermen temprano y toman una siesta después de almorzar. Estos hábitos aumentan la longevidad y calidad de vida.
Ahora tienes en tus manos las costumbres de belleza más importantes de la cultura asiática. No temas ponerlas en práctica, lejos de perjudicar tu ritmo de vida, aportarán a tu salud y por ende, lucirás más bella. Inténtalo.