Aunque la frase “somos lo que comemos” te suene a cliché, seguramente tu cuerpo te ha mandado un montón de señales para demostrarte que es totalmente cierta. ¿Cómo andas de pila últimamente? ¿Te sientes más cansado de lo normal aunque duermas durante horas? Tú no tienes sueño sino una pésima alimentación.
No importa que no te estés saltando el desayuno, que consumas carbohidratos o tomes cafeína como un loco… hay comida que debes eliminar de tu dieta si quieres brindarle a tu organismo un descanso equilibrado. ¡Dile adiós a los energizantes artificiales y mejor ponte a comer bien!
1. Cereales, lácteos y carbohidratos
Solemos creer que para arrancar la mañana “con toda la actitud” necesitamos saturarnos de glucosa. Lejos de darnos un disparo de energía, los azúcares estimularán el páncreas para que comience a producir insulina. ¡O sea que pones a trabajar a tu cuerpo desde muy temprano! Que no te extrañe que al mediodía tus niveles de energía estén por los suelos.
2. Pan blanco
Las harinas actúan igual que el cereal y los productos con demasiada azúcar, además, te llenan muy pronto y evitan que tu cuerpo reciba alimentos que le aporten energía saludable. ¡Es como si te rellenaras de migajón! Parece que no tienes hambre, pero por dentro a tu cuerpo le hacen falta muchos nutrimentos si solo te alimentas de sándwiches, croissants, bagels y pizza.
3. Bebidas energizantes
La Organización Mundial de la Salud no las recomienda debido a que el efecto despiertazombies que produce en las personas más cansadas o desveladas dura solo un par de minutos; después de la euforia llega de nuevo la debilidad, pero más fuerte debido al exceso de azúcar que tu cuerpo está intentando procesar. ¡Además, bajan la velocidad de tu metabolismo!
4. Café
A nosotros también nos parece contradictorio pero, lejos de quitarte el sueño, el café te aleja de todas las posibilidades de descanso, ya que consumido en cantidades abusivas debido a sus componentes altamente adictivos hace que el efecto revitalizante de la cafeína ni se sienta en tu cuerpo. ¡Con una o dos tazas matutinas es más que suficiente para disfrutar de sus beneficios!
5. Carnes rojas
Aunque los nutrientes y las proteínas que encontramos en la carne roja son importantes para el buen funcionamiento del organismo, consumirla más de dos veces a la semana pone en riesgo la salud. Uno de los factores que vuelven la carne roja en un alimento tan agotador es su tardado y difícil proceso de digestión. Aunque no lo creas, también es cansado para tu cuerpo trabajar por dentro.
6. Comida rápida
La comida rápida no te vuelve rápido… ¡todo lo contrario! Es demasiado grasosa, condimentada y procesada, por lo que pierde rápidamente sus nutrientes; consumirla es como si solo estuvieras rellenando tu estómago con paja y eso se reflejará en tu disposición para hacer actividades durante el día. ¡Aliméntate sanamente para cargar tus pilas!