Justo cuando el mundo comercial parecía estar completo, a una talentosa mujer se le ocurrió atar una que otra hilacha vieja a un palo para crear uno de los utensilios que facilitarían la vida de todas aquellas amas de casa cansadas de fregar los pisos arrodilladas: el trapeador.
Y así como este invento revolucionó la industria de la limpieza al aportar algo tan sencillo como ingenioso, muchos otros objetos han duplicado sus funciones hasta digerir prácticamente todo para el uso humano, ¡prácticamente ya solo tenemos que preocuparnos por respirar!
Estos productos son tan innovadores y estuvieron tan bien pensados que sin duda te harán decirle al crack que los ideó: TOMA TODO MI DINERO, cuando los veas a la venta. ¿Ya estarán disponibles en internet?