Hay un espacio en tu hogar que has descuidado toda la vida porque quizá no sabías que, al igual que tu sala, tu recámara y tu cocina, necesita que le prestes atención y lo decores como solo tú y tu buen gusto saben hacerlo; aunque no lo creas, lavar dejará de ser un martirio y se convertirá en tu pasatiempo favorito los fines de semana. ¡Si odias con toda tu alma encargarte de la ropa sucia es porque estás haciéndolo en un lugar muy poco atractivo!
Y el tamaño de la habitación o el espacio que le tienes destinado a la lavandería no son pretexto, pues así sea muy chiquito puede tener mucho estilo. ¡Checa cómo cambia ese lugar cuando combinas el diseño con la organización!