¿No te gustaría regresar el tiempo a una época en la que todo parecía más sencillo? Por ejemplo, en los 90 ¡la vida era mucho más sencilla! ¿Verdad?
¡Falso! Quien diga esto es porque simplemente no creció en la época o ya ha olvidado las luchas de los que crecimos en esos años.
Si a tu mamá se le ocurría descolgar el teléfono mientras buscabas un trabajo en Internet, era muy probable que perdieras todo; si te gustaba alguien, tenías que aventurarte a marcar al teléfono de su casa y jamás sabrías quién iba a estar del otro lado, podría ser su mamá, su abuela, su hermana… y todo ese suplicio sin saber siquiera si la persona estaba en casa.
Para trabajos escolares teníamos que ir a la biblioteca o, en el mejor de los casos, buscar en las 50 enciclopedias de Encarta.
Pero ¿la verdad? ¡Jamás cambiarías tu infancia por nada! Fuiste la generación que vio nacer el celular, aunque tenías que aplastar cuatro veces un número para escribir una “s” y tu memoria se llenaba con solo 15 mensajes.
Si sientes que la nostalgia te está pegando fuerte, entonces sigue leyendo, ¡este artículo es ideal para ti!