Lo sabemos: la comida es sagrada y es una gran fortuna tener alimentos en nuestro hogar. Pero ¿y si tienen la pinta de ser nuestros peores enemigos? Sí, nos referimos a esas ocasiones en las que la comida tiene forma extraña o la preparación que con tanto esfuerzo hiciste no resultó ser para nada apetitosa. No solo nos quiere hacer vomitar, nos hace querer salir corriendo y nunca volver a comer.
Si crees que exageramos, mira esta asquerosa galería de fotos en donde la comida quiere que tengamos hormigueo y muchas pesadillas. La hora de la cena ya no volverá a ser la misma. ¡Mami, ven por mí!