En otros tiempos, las canas eran símbolo de sabiduría y respeto. Lamentablemente, en la actualidad se ve a una mujer con canas como una vieja que no se cuida y no se preocupa por la belleza.
¿Pero por qué envejecer se ha convertido en un pecado o en una razón para avergonzarse? Estas mujeres están hartas de esa percepción social y han dejado de teñir su cabello porque se sienten tan bien consigo mismas que no temen compartir con el mundo su belleza natural.
1. Su primera cana apareció cuando tenía 7 años
Cuando tenía 22 años empezó a sentirse agobiada por su jefa que siempre le decía que tenía “demasiadas canas” para ser alguien tan joven, así que empezó a teñirse el cabello por dos décadas consecutivas, pero era un tormento porque tenía que retocarse cada dos semanas pues sus canas siempre salían a la luz.
Cuando cumplió 42 años tomó la decisión de no volverse a teñir el pelo, a pesar de las críticas de su familia e incluso de sus propios hijos que le decían que se vería vieja. Su corazón estaba listo para dar el gran paso. Se ha dejado el cabello al natural por los últimos seis años y nunca se había sentido tan libre.
2. “Me dejé las canas cuando me acepté a mí misma”
Me encanta que ya no me siento controlada por los estándares de belleza de la sociedad, sino por los míos. Me encanta no tener que ser una esclava de los tientes de cabello; además, el color natural daña menos a mis rizos.
3. “Me encantan mis canas, mi cabello se ve diferente cada día”
4. “Cuando tenía 12, el chico que me gustaba señaló mis canas”…
No lo hizo con intención de mortificarme, pero me hizo sentir avergonzada. Ahora tengo 26 años, llevo cuatro años dejándome crecer el cabello sin teñirlo y me siento mejor que nunca.
5. “Tengo canas desde los 13 años, pero nunca me he teñido el pelo”
El color de mi cabello y su largo son dos aspectos que me encantan. Nunca he creído que me hace ver vieja, en su lugar he recibido los más dulces cumplidos, me siento como un hada o como Anna de Frozen. Para mí, mi cabello gris combina perfecto con mi vida en una granja orgánica y con mi idea de la feminidad.
6. “Tengo canas desde que estaba en preparatoria”
Desde entonces tenía que pintar el cabello cada mes para evitar que se me vieran las raíces. Hace cuatro años me propuse dejarlo al natural, a pesar de las críticas de mis vecinos y conocidos. Ahora las personas me preguntan dónde me pinto el cabello, les encanta y creen que es muy especial.
7. “Nací con cabellos blancos y negros”
Fui la primera mujer en siete generaciones, así que siempre se burlaban de mí los chicos pesados. Me empecé a teñir el cabello cuando tenía 14 años. Cuando tuve mi primer hijo, a los 29, me di cuenta de que mi cabello gris se convertía en blanco y me encantó tanto que decidí dejar que creciera así.
8. “Heredé mis canas de mi madre”
9. “Teñí mi cabello desde los 18”
Ahora tengo 42 años y nunca me había sentido mejor.
10. “Celebrando 2 años de mi cabello gris”
11. “Piensa en el amor que puedes dar si dejas de enmascarar tu verdadero ser”
12. “Al teñirme el pelo sentía que escondía algo que me avergonzaba”
Ahora que me he dejado las canas me siento única, vibrante y llena de energía. Nunca estuve tan feliz.
13. “No estoy descuidando mi cabello, me estoy dejando ser”
No me estoy dejando caer, no estoy evadiendo mi edad. Estoy encontrando mi propio encanto, me estoy resaltando. El gris es hermoso. Yo soy hermosa.
14. “Mi esposo con canas es sexy, pero yo con canas soy vieja”…
O al menos eso es lo que la sociedad piensa sobre las canas, basada en el género de las personas, por eso dejé de teñirme el cabello, pues creía que de lo contrario estaría perpetuando el sexismo. Tengo canas y las adoro, no las cambiaría por nada.