Bien dice que en pueblo chico, infierno grande. En las ciudades que son demasiado pequeñas, la educación se limita a un par de escuelas en cuya intimidad se puede respirar la ausencia del barullo propio de una escuela convencional; y si fuiste a una escuela privada o con muy pocos alumnos, sabes que hay cosas que los que asistieron a una más tradicional y grande, jamás podrán entender.
Prepara el cajón donde guardas la nostalgia de tus mejores años, con el recuento de esta galería en la que revivirás todo aquello que solo tú y tus otros cinco compañeros de clase podrán entender.