Las marcas de nacimiento otorgan un encanto especial y un sello de originalidad que destacan a unas personas de otras.
Aunque antes la gente trataba de encajar con el estándar de belleza homogéneo impuesto por la sociedad, cada vez son más las personas que aceptan sus diferencias y demuestran que esas marcas a las que antes llamaban “defectos” en realidad son un símbolo de belleza.