La mágica inspiración que ha transmitido Gustav Klimt a los tatuadores de esta época es increíble y fascinante. La más reciente tendencia en tatuajes se da en honor a uno de los más grandes precursores de la pintura modernista, aquel que con su obra El beso logró atrapar a millones de espectadores a través del mundo.
A 98 años de su muerte (1862-1918), sigue cautivando al mundo y prueba de ello son estos impresionantes tatuaje que replican sus más destacadas obras, que en su época fueron catalogadas de impuras, insanas e indebidas para el arte, por ser consideradas eróticas.
Hoy el diseño y el arte moderno le rinden un tributo que siempre llevarán en la piel.