Hay memorias que nos hacen fuertes, pero que también lastiman. ¿Por qué no cubrirlas con un poco de tinta para aminorar la tristeza?
Esta chica de 19 años perdió las ganas de vivir en su adolescencia, en la etapa en la que afrontar las circunstancias de la vida resulta complicado debido a la inmadurez y a las ilusiones que se van acumulando conforme uno crece. Todo el camino es prueba y error, pero cuando se siente que nada funciona la única salida para muchos es lastimarse o despedirse de este mundo.
Afortunadamente Aoife no logró su cometido e ingresó a terapia. Justo cuando pensaba que su estabilidad emocional estaba mejorando miró las cicatrices en su cuerpo y fue como si la pesadilla volviera a reproducirse una y otra vez, sentía tanta pena por su apariencia que buscó ayuda con los mejores tatuadores para cubrir sus marcas, pero todos la rechazaron; hasta que Ryan Kelly logró lo imposible: devolverle a una joven la sonrisa y la confianza.