“La noche estrellada” de Vincent Van Gogh, es una de las obras pictóricas más famosas y conocidas en todo el mundo. Esta pieza formada con grandes remolinos, estrellas y una luna brillante ha puesto ha volar la imaginación de miles de personas alguna vez en su vida.
No obstante, la historia de esta obra ha llegado a ser un poco triste, pues muestra el lado del artista en su modo más psicótico. La obra fue realizada en el Manicomio de SaintPaul de Mausole, en Francia, luego de que Van Gogh se internara por cuenta propia tras haberse cortado parte de su oreja.
Pero más allá de esto, científicos descubrieron algo muy importante a 100 años de la realización de esta pieza de arte; en la obra de Van Gogh han descubierto parte de la física con el denominado flujo de turbulencia.
Este nombre también se conoce en la ciencia médica a través de la psiquiatría, como epilepsia del lóbulo temporal. Es una condición que resulta en alucinaciones y sentimientos maníacos de la inspiración y fascinación. Su psicosis, según los historiadores, es lo que lo inspiró a crear las turbulencias en sus piezas.
Es decir, no es que Van Gogh fuera un científico, pero lo que él lograba ver a través de su desordenado cerebro, ayudó a los físicos a determinar cómo encontrar la clave del estudio de la turbulencia del flujo, mira cómo es que La noche estrellada les ha podido contribuir a esta teoría.
Al analizar las imágenes de forma detenida, descubrieron que la representación de la luz en cada pincelada parecía capturar el movimiento, lo que dio lugar a la interpretación matemática de la turbulencia a través del arte.
Van Gogh logró dominar la turbulencia del fluido, uno de los conceptos más incomprendidos en la ciencia física. Pero se convierte en más interesante cuando sabemos que lo hizo bajo un estado completamente psicótico, es decir, era todo un genio para poder canalizar todo lo que estaba sucediendo en su cerebro para poder pintarlo, porque un cerebro normal, simplemente no puede hacer esto.
Pero a pesar de su gran intelecto nunca fue comprendido, su trabajo jamás se reconoció mientras vivió. Solo logró vender un cuadro en toda su vida y después de eso se suicidó.