Si se tuviera que premiar a los países por la belleza de sus postres y la dedicación que se le da a cada pieza, el ganador sseguro sería Japón. En cada ciudad, cada pueblo, en cada rincón de este país tienen una gran obsesión por realizar a detalle todos y cada uno de sus postres.
Los convierten en cosas tan adorables que son casi imposibles de comer, porque el sentimiento de culpa no te lo permite. Si aún dudas de este gran poder y talento que tienen los japoneses para trabajar con sus postres, nosotros te damos 25 pruebas de que ellos hacen los más bellos postres en todo el mundo.