Ben Brucker ya estaba aburrido de las paredes lisas y blandas de la oficina de la agencia creativa para la que trabaja, por lo que decidió hacer algo al respecto. La solución que se le ocurrió fue cubrir las paredes de su oficina con imágenes de superhéroes pixeleados hechas con un total de 8 mil 24 post-it.
A Brucker le tomó varias semanas planificar y diseñar los personajes. Contaba con la autorización de su jefe, y recibió $300 de presupuesto para los materiales que necesitara, e inclusive lo ayudó a poner los post-it.