Los conocedores del arte saben que el título de máximo exponente de la corriente pop le pertenece, indiscutiblemente, al gran Andy Warhol, pues aunque fue amado por muchos y aborrecido por otros, marcó una época con la irreverencia y la experimentación de sus performances, por lo que fue reconocido en cualquier parte del mundo.
Donde hay colores atrevidos, está Andy; donde hay una lata de sopa Campbells, está Andy; donde hay una sensual Marilyn Monroe, está Andy… Y desgraciadamente, donde hubo una chica loca, despistada y ebria… también estuvo Andy.
Su nombre es Lindy Lou Layman
Y está acusada de haber destrozado algunos de los trabajos más emblemáticos del excéntrico artista norteamericano, cuando estaba bajo los impredecibles efectos del alcohol. El abogado Anthony Buzbee la invitó a salir el pasado 23 de diciembre y después de un par de copas la llevó a pasar el rato en su mansión multimillonaria… sin imaginar que la chica se comportaría de forma inapropiada.
¡Ya no sabía qué hacer con ella!
Cuando le dijo que pediría un servicio de Uber para que se marchara a salvo a su casa, la chica comenzó a portarse agresiva y decidió atacar tres de las obras, arrancándolas de la pared como una loca y lanzándoles el líquido de su bebida encima, derribando también con sus impulsos dos esculturas de la propiedad.
¿De cuánto estamos hablando?
La Corte anunció que el valor de cada una de las obras que destrozó ronda los 500 mil dólares, y 20 mil por cada una de las esculturas. Afortunadamente para ella, este tipo de arte es de calidad invaluable, y como los ejemplares contaban con seguro de restauración ella logró salir bajo fianza pagando tan solo 30 mil dólares. ¡No le salió tan caro el chistecito después de todo!
Amigo, eso te pasa por tener una foto con ya sabes quién
En algunas declaraciones, el abogado aseguró conocer y haber invitado en una ocasión al “presidente favorito de América” para una fiesta de recaudación de fondos… ¿Coincidencia? ¡Karma, diría yo!