¿Alguien usando Microsoft Paint en pleno 2017? No, no es una locura. A menos de que seas un diseñador experto y en constante actualización, sabes que los nuevos y sofisticados programas de edición de imágenes resultan más complicados que los de la vieja escuela, sobretodo por el realismo y las mejoras que implementan día a día. Y aunque se supone que la tecnología va de la mano con la simplificación, para el estadounidense Pat Hines, no fue así.
¿Renovarse o morir? No para Pat
Considerándose incapaz de aprender a usar el engorroso Photoshop, y tomando en cuenta que el software de Paint no tiene tantas modificaciones desde su aparición en el 95, Pat pasó estos últimos 10 años adiestrando su arte en este sencillo y práctico programa, desde la recepción de un instituto de salud donde trabajaba cubriendo fatigantes turnos, para lograr darle vida gráfica a su ebook.
El resultado final con Paint es siempre el que imagino en mi cabeza, algo que no me ocurre cuando dibujo a mano o con otras herramientas. Me gusta su ritmo pausado, como si meditaras. Para algunos, será mejor ilustrar en Photoshop, pero yo creo que es un programa confuso y abrumador. Me di cuenta de que Paint tiene ciertas peculiaridades y desarrollé mi propia técnica con él.
Campamento Sangre Roja y la Venganza Fundamental
¿La razón para volverse un máster de Paint? Ilustrar su novela fantástica Camp Redblood and The Essential Revenge, un campamento de verano ambientado en los 80, con monstruos, fantasmas, adolescentes y terror. El artista experimentó al juntar varios subgéneros literarios en una sola obra, pero son sus increíbles ilustraciones las que le dan un toque clásico y original. En contadas ocasiones, la resistencia al cambio puede darnos sorpresas tan gratas e inesperadas como las que verás a continuación.