¿Te imaginas cómo sería hacer una esfera de tu tamaño, para luego encenderla? Eso fue lo que hizo Wallacemk, un redditor que tardó un año en construir la esfera para luego encenderla y disfrutar de su fuego efímero.
Todo empezó cuando se dio cuenta de que los cerillos forman un ángulo cuando se juntan debido a las cabezas inflamables. Se le ocurrió que si podía juntar las suficientes, debería formarse una esfera perfecta, pero ¿cuántas cerillas debía unir?
1. La investigación
Cuando tuvo su genial idea, Wallacemk decidió ponerse a investigar qué tan factible era el proyecto y si tenía suficiente dinero para ello.
“Me tomó 10 meses y creo que me costó unos 500 dólares”, dice Wallace sobre su gigantesca esfera. Utilizó un software para crear un modelo de lo que resultaría, basándose en el tamaño de los cerillos y el ángulo que formaban entre sí.
“Me di cuenta de que los cerillos son ligeramente más grandes en el largo de sus cabezas, eso me hizo pensar en qué podría pasar si empezaba a pegarlos unos con otros. Me imaginé que se formaría una esfera, y me decidí a descubrirlo”.
Finalmente resultó que necesitaría más de 60 mil cerillos según el modelo, aunque finalmente solo usó 42 mil. Aunque parece sencillo, no es nada fácil pegar los más de 40 mil cerillos. Fue una tarea que requirió mucha dedicación y paciencia.
“Usé un ángulo de 0.82 grados para tratar de encontrar el círculo que crearían los cerillos, basado en su forma. Según el programa, si todos los cerillos fueran iguales tendría un círculo de 439 cerillos. Luego, con una fórmula, calculé la superficie de la esfera que resultó de 977.405 pulgadas cuadradas. Eso significaba que necesitaba 62 mil 654 cerillos”.
2. Hora de empezar
Wallace no se dio cuenta de cuánto tiempo le llevaría materializar su idea. Finalmente le tomó 10 meses, con muchas horas de esfuerzo.
“Cuando empecé estaba interesado en ver cuántos cerillos serían necesarios. Compré 300 cajas en la tienda de la esquina (seguro pensaron que estaba loco), y necesitaba saber si eso no me iba a llevar a la quiebra. Luego empecé a jugar con el software Rino para tener un sentido de qué tipo de esfera se formaría”.
Según Wallace, la mejor manera de expresar el estado emocional mientras pegaba todos esos cerillos por horas y horas es una foto:
“¡Mi teoría funcionaba y la esfera empezaba a formarse!”, dijo. “Esta otra foto marca un punto de inflexión en mi euforia, cuando finalmente tuve idea de cuánto tiempo, dinero y esfuerzo iba a ocupar en la esfera. La forma empezaba a verse, pero tomaba mucho tiempo solo pegar unos pocos cerillos. Los ponía en un círculo que crecía y crecía, pero no tan rápido como hubiera querido”.
3. Las dudas lo asaltaron
Cuando apenas iba a la mitad de la fabricación, cayó en un bache emocional. “Tuve que dejar de perseguir la idea de la esfera perfecta cuando vi que no había podido mantener un crecimiento perfecto a simple vista”.
Además, cuanto más se cerraba la esfera, era más difícil pegar los cerillos, eso se suma a que la esfera estaba en constante peligro de encenderse: “también tengo que hacer notar que hice todo el trabajo en un taller de herrería, por lo que me resultó muy difícil mantener las chispas alejadas de mi creación. Gracias a mis jefes y compañeros que me dieron un espacio pude lograrlo”.
4. Al fin, la esfera
El trabajo dio frutos y aunque no pudo ser la esfera perfecta del modelo de computadora, se acercó bastante. Y a final de cuentas, era grandiosa.
“Los cerillos tampoco resultaron exactamente del mismo color y no sé por qué cambió de forma como lo hizo. La energía potencial era realmente palpable. Y trabajar durante 10 meses en esta esfera realmente valió la pena”, dijo.
5. El encendido
Finalmente, solo quedaba ver la esfera encenderse…
Y este es el video: