Es de suponer que un bebé es un pequeño ángel lleno de ternura y belleza especial… pero muy especial porque, ¡oh error!, estos bebés de las pinturas del Renacimiento tienen una belleza muy exótica, poco común, escondida, onírica… no sabemos ya qué adjetivo ponerles porque algunos parecen ser, ¡todos en uno solo!
Esta breve antología de pequeños retoños renacentistas nos deja muchas preguntas sobre esa belleza particular que los rodea.