Gracias a Yao Ming la caza de tiburones en su país disminuyó en un 50 por ciento. Y es que luego de que el exbasquetbolista de la NBA se dedicara a la preservación de la vida salvaje en la fundación WildAid, las respuestas en pro de los tiburones fueron impactantes.
En China la sopa de aleta de tiburón se convirtió en un lujoso manjar, y por esto en 2012 se mató a 77 millones de tiburones, por lo que la caza furtiva estaba acabando con ellos. Sin embargo han surgido buenos resultados a tres años de haber iniciado la campaña:
“Cuando la compra termine, las muertes también pueden hacerlo“.
De acuerdo con información presentada, la caza de tiburones ha disminuido en un 50% desde entonces, por lo que Yao Ming se encuentra considerando ampliar su participación en campañas medioambientales enfocadas en la salvación de otras especies animales.
Para obtener la aleta de tiburón es necesario arrancarla mientras el animal aún está vivo, de lo contrario ya no se puede comer… otra razón más por la que el ex NBA promovió la prohibición de este lujoso platillo.
En China, 1 de cada 4 especies se encuentra en peligro de extinción. De los 77 millones de tiburones que son asesinados anualmente, el 73% va destinado a la obtención de la aleta. Además, antes de la campaña contra este platillo, la mayoría de los chinos que la consumían no tenían idea de dónde provenía la aleta.
Gracias a los buenos resultados de esta campaña, Ming ha emprendido la campaña en contra de la caza de elefantes para la obtención de sus colmillos de marfil. Recientemente visitó Kenia para crear conciencia sobre su caza furtiva.