Nunca confíes en tu perro o en tu gato, o podrían terminar robándote el amor de tu pareja, son unos expertos en intervenir en las relaciones y no es tu culpa, bueno la verdad si es tu culpa, y es que nadie puede ser tan tierno y peludo como ellos, así que es casi imposible que otros cedan ante sus esponjosas patitas.
Tenemos pruebas contundentes de que a estos desvergonzados no les importó ni un poquito quedarse con la pareja de sus dueños. Deja de preocuparte por la secretaria sexi del trabajo de tu esposo o por el sensual entrenador del gimnasio de tu chica, el verdadero enemigo lo tienes en casa disfrazado como un adorable gato o perro.
Mira estas crueles fotografías, lo curioso es que no puedes enojarte con estos destruye-relaciones, de verdad no puedes.