¿Imaginas una prisión en la que sea posible visitar a los reclusos para entretenernos viéndolos, tomarles fotografías y aventarles migas de pan? Pues existe, y se llama zoológico.
Este sitio turístico de entretenimiento surgió hace años, cuando realizar viajes a otros continentes para conocer su riqueza natural era prácticamente imposible, así que construyeron un centro con jaulas destinado a recibir visitantes que no podían tomar vuelos a Sudáfrica para conocer a las jirafas y tantas otras especies que poco a poco se han distribuido sin control para mantener dichas prisiones mixtas y pobladas.
Ahora que incluso los viajes son más accesibles para la mayoría de las clases sociales, los zoológicos siguen existiendo y no hay nada más cruel que ver la tristeza en los rostros de esas vidas salvajes que poco a poco se van extinguiendo. Para consolarse, un fotógrafo experto en editar sus imágenes en photoshop diseñó un proyecto en el que elimina los barrotes de sus jaulas y los coloca de vuelta a su naturaleza.